Te Cuento...
En los últimos meses he tenido la oportunidad de trabajar con una cuenta bastante polémica en mi país e internacionalmente por el área a la que se dedica.
Para que tengan una idea es una empresa minera que opera actualmente en el país...los que viven en República Dominicana y no han estado debajo de una piedra estos últimos meses sabrán a qué me refieron exactamente...los que no, ya después les cuento :)El punto es que esta experiencia, que para cualquier persona del área de comunicación es una oportunidad que sólo se nos presenta una vez en la vida, me ha permitido ver, entre muchas otras cosas, una realidad muy triste de mi país, aunque estoy segura que en muchos otros pasa también lo mismo.
Me refiero a la mentalidad de rebaño; esa forma de seguir y de creer lo que cualquiera nos dice.
Durante estos meses miles de protestas surgieron en todos los sectores del país en contra de esta empresa. No voy a entrar en discusiones sobre si fueron justificadas o no, ese no es el punto. El punto es que da pena como muchas de las personas que "protestaban" en esas manifestaciones no tenían ni idea de por qué lo hacían. Hubo casos en los que incluso se les preguntaba aleatoriamente a las personas la razón de la protestas y te respondían que eran por otras razones que nada tenían que ver con el caso. O sea, acudían llamados por un "líder" a una protesta pero ni siquiera estaban seguros de por qué protestaban (esto no me lo estoy inventando, nos pasó y lo grabamos).
A lo que voy es, estamos realmente protestando porque queremos defender una causa o lo hacemos solamente porque es moda?
Claro está que muchas personas sí participaron y organizaron manifestaciones con el objetivo bien claro y un propósito definido, y esto es algo admirable ya que países como el nuestro necesitaban que finalmente nos pusieramos las pilas y alzaramos nuestras voces para defender lo que entendemos que es justo. Independientemente de este u otros casos, si estamos convencidos y tenemos bases para opinar debemos defender nuestra realidad.
Sin embargo, los esfuerzos de estas personas se vieron opacados por aquellos que lo hacían con motivaciones erróneas o que simplemente querían hacer ruido. Hicieron que el mensaje se dispersara y se corrompiera, y que lo que era una lucha inteligente se convirtiera en un circo con argumentos ridículos, soluciones absurdas y actuaciones casi teatrales de algunas personas.
Independientemente de lo que yo personalmente considere que era correcto o no en este caso, entiendo que para poder pelear debemos, primero que nada, educarnos y escuchar todas las campanas. Dejarnos llevar de lo que dicen algunos "expertos" sin cuestionar sus razones o motivaciones es continuar con el mismo patrón que hemos vivido durante décadas en nuestro país.
Queremos ser individuales, revolucionarios y generar un cambio...pero actuamos como vacas en un rebaño guiado por ciegos.
Posdata: Para todos aquellos que día tras día luchan por lo que quieren y defienden sus ideales, los felicito. En este país necesitamos que nos escuchen.
Para aquellos que hablan sin saber, protestan porque está de moda y no hay más nada que hacer, no tienen ni idea de lo que están haciendo o lo que implican sus acciones...respétense un poquito más, no pierdan su tiempo ni se lo hagan perder a aquellos que sí saben lo que hacen.
