lunes, 8 de julio de 2013

Vidas por vidas



Te Cuento... 

Ayudar a los demás sin esperar nada a cambio es una acción que vale más que un millón de palabras.

Siempre he dicho a mi familia y amigos que cuando muera quiero que todos mis órganos sean donados a aquellos que los necesiten. Y cuando digo todo me refiero a todos los que puedan ser utilizados. Desde mi corazón, hígado, cerebro... hasta mi piel y mi cabello si se puede utilizar para salvar una vida. 

Total, de qué me sirve que me entierren con todo? Para que cuando me estén velando me vea bonita? 

Prefiero salvar muchas vidas y que mi partida sirva de algo. Además, he vivido mi vida, y espero seguir haciéndolo de la misma manera, preocupándome por dejar buenos y valiosos recuerdos en mis seres queridos y ver mi cuerpo en un velorio no agregaría nada nuevo. 

Sin embargo, me preocupa un punto y es que en este país no existen mecanismos que nos identifiquen como donantes a la hora de nuestras muertes. Por más que hablemos o expresemos nuestra posición con nuestros familiares y amigos, a la hora de la hora no siempre se piensa con la cabeza fría ni necesariamente nos acordamos a tiempo de lo que la persona quería que se hiciera luego de que ya no estuviese. Esto nos lleva a que, si no me equivoco, los niveles de donación de órganos en este país sean muy mínimos, si es que realmente existen porque personalmente no conozco ningún caso. 

Es por esto que comparto con ustedes esta idea para que uniendo voluntades podamos crear o motivar algún tipo de acción que permita que se nos identifique oficialmente como donantes. 

En los Estados Unidos las personas tienen carnets que los identifican como tales, lo que permite que cuando la persona muera no es necesario esperar a que los familiares decidan si se donan o no sus órganos. A los entendidos que por favor me aclaren si esto no es así. 

De qué manera podemos en República Dominicana hacer algo parecido? Cómo podemos ayuda a salvar vidas?

Esta es una entrada abierta a discusión y me gustaría que por favor la compartan para que surjan más ideas y podamos generar algún cambio. 

Si hemos demostrado que alzando a la voz podemos revertir acciones políticas y empresariales, por qué no podemos alzarla para promulgar leyes o procesos que nos ayuden a salvar vidas?

Posdata:

A veces las cosas se ven difíciles de lograr y hasta utópicas, pero sólo cuando nos vemos en la necesidad de recibir esa misma ayuda es que pensamos en qué pudimos haber hecho para que las cosas fueran diferentes. Además, perdemos algo con intentarlo?

No hay comentarios:

Publicar un comentario